jueves, 19 de noviembre de 2015

Apaga la televisión

Muchas veces escuchamos el término telebasura en relación a programas de televisión, pero, ¿A qué nos estamos refiriendo con este término? ¿Qué quiere decir eso de telebasura? La voz del Diccionario de la Real Academia Española define el término como «conjunto de programas televisivos de contenidos zafios y vulgares». Es un tanto complicado seleccionar qué programas son y cuáles no telebasura, en cierto modo porque el gusto por unos u otros programas es bastante subjetivo.


Antes de continuar, debemos tener muy presente que los programas de televisión, en su mayoría, no se fijan como objetivo la cuestión educativa, sino que su principal interés es el económico. Sí, así es, recaudar dinero es lo más importante para las televisiones, y ello depende del número de espectadores que tengan. Quizás esto sea más evidente en el caso de los canales privados, cuya lucha por ser los primeros en el índice de audiencia es brutal, copiándose programas o conectando con publicidad al mismo tiempo, llegando a encerrar a personas en una casa para ver líos amorosos, peleas y gritos; o incluso llevar a dos personas a una isla desierta, desnudos para que se conozcan, como supuestamente lo hicieron Adán y Eva.

No hay duda de que en el ojo del huracán se encuentra Telecinco, siendo considerado el canal televisivo por excelencia telebasura. Programas como Sálvame, Gran Hermano, Mujeres y Hombres y Viceversa, o el último de ellos, Cámbiame, compiten por el primer puesto en el podio de los programas basura. Es paradójico pensar que es el canal que mayor índice de audiencia tiene en numerosas franjas horarias, tal y como fue publicado en la prensa el pasado mes de septiembre. Y esto, ¿Cómo puede ser?

A partir de aquí tomaré como ejemplo a Mujeres y Hombres y Viceversa para intentar comprender por qué enganchan tanto este tipo de programas. Un programa que lleva nada más y nada menos que SIETE años emitiéndose, cosa que indica el alto seguimiento, pues si no contase con un buen dato de audiencia el programa desaparecería sin dejar rastro como lo hizo Cámbiame Premium hace unos meses.

El objetivo de MYHYV (Mujeres y Hombres y Viceversa en las redes sociales) es que un tronista, mujer u hombre, encuentre el amor entre sus pretendientes, hasta ahora un amor siempre heterosexual; a través de citas con cámaras o sin ellas; de desfiles de los pretendientes o pretendientas; y siguiendo los consejos o críticas de los ganchos, que sentados en las gradas juzgan la vestimenta, actuación e incluso el físico de los pretendientes/as. Sí, este tipo de lenguaje es el básico para manejarse en el mundo viceversa. 

Y ¿Quién ve este programa? Por lo general un público que debe rondar los 15 o 16 años hasta los 30, aproximadamente. Jóvenes que ven de lunes a viernes el programa, o que lo siguen por las redes sociales. 


Así es, muchos jóvenes se saben a la perfección lo que sucede en MYHYV pero no tienen mucha idea de aspectos culturales. Por supuesto, no se trata de todos los jóvenes pero sí de un alto porcentaje. Este programa transmite unos valores a los jóvenes que no son los más correctos:

  • Mujeres y hombres con cuerpos 10. El cuerpo es de los aspectos más importantes del programa, estando el plató lleno de mujeres que se cuidan en tacones y maquilladas, y de hombres musculosos muy «masculinos».
  • Ropa y gimnasio. Una de las cosas más importantes para los jóvenes del programa es la ropa, haciendo semanalmente desfiles y siendo juzgados por los ganchos y los estilistas. ¿Gimnasio? Obvio, se debe tener un cuerpo 10 para ser aceptado como pretendiente.
  • ¿Estudiar? ¿Para qué? No es objetivo principal del programa inculcar en los jóvenes el interés por conocer y estudiar, pues los protagonistas del programa cobran por asistir y además ganarán dinero haciendo bolos en discotecas donde todos los jóvenes fans irán a verlos.
  • Roles de género. Mujeres femeninas y hombres masculinos, con las acepciones de género asociadas a la dulzura, bondad frente a la cara dura y la fuerza.

Ahora bien, ¿Es bueno o malo que los jóvenes vean este tipo de programaciones? En palabras de su presentadora, Emma García, aquel que no quiera verlo que cambie de canal. Já, qué sencillo parece; pero, debemos preguntarnos si es fácil en una sociedad en la que se anima a consumir y a convertirse en esos modelos de mujeres y hombres, o mientras en las redes sociales este tipo de programaciones se colocan como trending toppic.

Sea o no sea sencillo, siempre debemos tener presente lo que se argumentaba al principio del post: El dinero es el objetivo principal de este tipo de canales, a los que la educación de los jóvenes les importa lo más mínimo. 


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