En los dos post anteriores hacíamos referencia al innegable lugar privilegiado que poco a poco se han hecho las Nuevas Tecnologías en nuestra vida cotidiana. Utilizamos estas herramientas para todo tipo de uso, desde realizar la compra, adquirir las entradas del teatro o el cine, hasta charlar con amigos/as y familiares que se encuentran lejos. Ahora bien, ¿Qué ocurre con aquellas personas que no se desenvuelven correctamente ni utilizan en su día a día estas nuevas herramientas? Podría decirse, en cierto sentido, que se trata de casos de analfabetización de la cultura actual, de la cultura digital.
Al igual que en el primer post se hablaba
de la cultura digital, existe también lo que se conoce como alfabetización digital. En la voz del
Diccionario de la Real Academia Española, alfabetización es la acción y el
efecto de alfabetizar. Pero, ¿qué es alfabetizar? Este concepto se define como
enseñar a leer y a escribir a alguien, pero, está claro que actualmente está
desfasado. Hoy día el índice de analfabetos es muy bajo, con la educación
obligatoria todas las personas reciben una educación mínima en la que queda
cubierta, aunque sean de forma básica, la lectoescritura. Este concepto se ve
ampliado con la llegada de las Nuevas Tecnologías, ya no sirve saber leer y
escribir, ahora hay que hacerlo en los nuevos soportes. Por tanto, la alfabetización
digital no sólo consiste en manejar el hardware
o el software. En este sentido, España se situaba en el año 2012 a la cola de los países alfabetizados digitalmente, aunque el uso de las tecnologías en la península sea muy elevado, puede leerse en ¿Somos analfabetos digitales en España?
Refiriéndose al concepto de alfabetización, Paulo Freire argumentó que «la
alfabetización no es un juego de palabras, sino la conciencia reflexiva de la
cultura, la reconstrucción crítica del mundo humano, la apertura de nuevos
caminos, el proyecto histórico de un mundo común, el coraje de decir su
palabra». Es decir, la alfabetización no es sólo el uso de las lectoescritura,
sino que debe darse un paso más allá, para comprender el contenido, transformarlo
en información y ser capaces de crear una conciencia crítica de lo que nos
rodea. Lo mismo sucede con la alfabetización digital, no se trata de aprender a
utilizar los soportes y los programas tecnológicos, sino que se deben adquirir
destrezas que permitan seleccionar, analizar y procesar la información.
Siguiendo la idea anterior, Alfonso Gutiérrez Martín dice que la alfabetización digital, en lo referido a Internet y las nuevas redes, no queda en la capacidad de
acceso (intelectual, técnico y económico), sino que ha de capacitar para
trabajar y mejorar el nuevo entorno, para hacer un uso responsable de la red y
contribuir a democratizar el ciberespacio (Area, 2012, p. 26). El mismo autor, en esta entrevista habla sobre los retos a los que se enfrentan los maestros/as actuales en cuanto al proceso de alfabetización digital. El siguiente vídeo, del mismo autor, explica de forma gráfica y directa el proceso que se está experimentando en las aulas 2.0.
Está claro que los nacidos
en los últimos años, por lo general, saben utilizar todo tipo de ordenadores, tabletas
y Smartphones. Pero, siguiendo con la acepción del párrafo anterior, no porque
sepan utilizarlos serán alfabetos digitales. El ámbito educativo está viviendo
un periodo de transición ligado al conflicto anterior, ya que los docentes
tienen que educar para el correcto uso de las Nuevas Tecnologías. Gutiérrez
Martín explica que en el proceso de alfabetización digital los maestros/as
tienen un papel transcendental, al igual que lo tuvieron en el aprendizaje de
la lectura y la escritura.
Y tú, ¿Te consideras un sujeto alfabetizado digital? ¿Y tus profesores/as han sido útiles en el proceso de alfabetización?
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